Ya está próxima la elección de integrantes para el Consejo General del Colegio de Abogados de Chile A.G. y al momento de pensar nuestra lista y ejes de campaña, quisimos tomar en consideración tanto la contingencia nacional como aquellas consignas históricas con las que ha trabajado Libertades Públicas.
Vemos una serie de debates donde el Colegio no ha participado activamente en la opinión pública, pudiendo hacerlo desde una posición de liderazgo. Extrañamos que como gremio participemos propositivamente desde nuestro rol técnico y pluralista, como sí lo han hecho otros colegios profesionales, por ejemplo, en el contexto sanitario.
En una elección gremial que hasta el momento será la última con criterios de paridad de género, recordamos que tuvimos un rol importante en poder acordar esas cuotas de género, lo que seguiremos impulsando para que sean de carácter permanente, además de tender puentes en el mundo público y privado para que se implementen políticas de género en la profesión legal en general.
Crecer en la cantidad de colegiados, en un contexto donde más de 5 mil abogados se titulan al año, es parte fundamental de todo lo que hemos mencionado anteriormente. Un colegio que sea la casa de abogadas y abogados de todas las edades, funciones y cargos del mundo público y privado, que forje a las nuevas generaciones en el rol ético que les corresponde, pero que también les sea de utilidad en las distintas etapas de su desarrollo profesional.
Como Libertades Públicas nuestro rol ha sido relevante en el Colegio, desde una posición minoritaria. Por ello hoy queremos formar parte de una mayoría para tener un Colegio de Abogados que tenga un rol relevante en la opinión pública, que ayude en la formación ética de abogadas y abogados, que impulse la bandera de igualdad de género y oportunidades en espacios de poder, llamando a nuevas y viejas generaciones a colegiarse para tener un gremio más grande, diverso y robusto. En suma, fortalecer la legitimidad del gremio ante los abogados. Esos serán nuestros ejes de campaña y nuestros candidatos serán los encargados de implementar estas ideas en el Colegio, como consejeros.
Hemos vivido profundos e importantes procesos de cambio social, además de estar en distintos períodos bajo estado de excepción, donde no ha existido una voz del gremio, lo que nosotros hemos extrañado. El Colegio de Abogados debe poner su experiencia y experticia al servicio de la comunidad con una mirada que entienda la pluralidad de quienes lo componen, tal como lo han hecho otros gremios en procesos sociales de relevancia. Creemos que el Colegio debiese colaborar activamente en la Convención Constitucional; tener una voz de relevancia en contextos de estado de excepción constitucional; participar activamente en proyectos de ley de distinto tipo, especialmente en referidos a asuntos propios de la administración de justicia, formación y ejercicio profesional, y en el reconocimiento y garantía de libertades civiles esenciales para una democracia.
A partir de este diagnóstico queremos promover:
El mundo y la práctica profesional a la que responde el Colegio de Abogados ha cambiado radicalmente. Se ha masificado y diversificado, existiendo proveedores de servicios legales que incluso no son abogadas o abogados. ¿Cómo se adapta el colegio en este mundo tecnologizado? ¿Cómo aporta en él? Son preguntas que no se han discutido lo suficiente al interior del gremio, y si no las respondemos ahora, el mundo avanzará más rápido aún.
Este contexto hace que la actividad propiamente gremial deba estar orientada fundamentalmente a la inclusión de aquellos que tradicionalmente no han formado parte del colegio, abogadas y abogados jóvenes, de regiones, de universidades no tradicionales, del sector público y del mundo social, entre otras realidades que debemos convocar proactivamente, que debemos motivar a colegiarse y participar en las distintas instancias gremiales.
Dado que la inclusión no puede ser realizada para ellas y ellos, sino que con ellas y ellos, nuestra lista es paritaria, transversal e integrada por abogadas y abogados jóvenes que recientemente se han integrado al gremio y que optaron por proponer cambios desde adentro hacia la profesión y sociedad.
A partir de aquello queremos promover:
Extender el rol del colegio a distintas realidades y universidades, para dejar atrás la concepción elitista que habitualmente se le reprocha.
Profundizar el trabajo de la comisión de abogados jóvenes a través del desarrollo y ampliación del programa de mentoría para orientarlos en los primeros años de carrera profesional, a través de la mirada en conjunto de sus metas y desafíos, con abogadas y abogados con experiencia en distintas áreas del derecho.
Revisar la relación del colegio con sus pares regionales, instando por una cobertura mínimamente complementaria del gremio que permita representar los requerimientos de las y los abogados de regiones.